Crítica de ‘La naranja mecánica’ “Denuncia de la violencia institucionalizada o apología de este misma violencia, esta adaptación de la novela de Anthony Burgess despertó la polémicas que aún hoy en día no se han resuelto. La ambigüedad se convierte en la tónica de un relato impactante y brillante, en el que se ponen de manifiesto las virtudes de su director pero también su innata tendencia a la vacuidad grandilocuente”
¿Por qué hay que verla? Porque, aunque sus provocaciones y su ultraviolencia sean difíciles de soportar (e incluso cuestionables desde la mirada de hoy), esta película de Stanley Kubrick dejó huella en la cultura popular.
la obra de La naranja mecánica trata sobre las limitaciones que tiene el hombre sobre la elección del bien y el mal. Ahora bien, según palabras del psiquiatra y presidente de la Motion Pictures, Aron Stern, Alex al principio de la película representaba al hombre en su estado más básico. Pero, cuando es sometido al “tratamiento”, el protagonista de la película estaría pasando por el proceso de la civilización.
Es decir que según el planteamiento de Kubrick en la película, los seres humanos nacemos en nuestro estado más puro y natural, pero la sociedad y autoridades nos transforman en lo que para ellos significa ser una “persona de bien”. Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con el movimiento del punk rock?