Garra de Hierro: la maldición de la familia Von Erich

Buenas tardes padawans, el día de hoy quiero compartirles un poco más sobre mi conocimiento cinematográfico. Hace algunos meses se estrenó en cines la película “Garra de Hierro” (Iron Claw), en la cual se cuenta la historia de la familia Von Erich, una dinastía dedicada a la lucha libre profesional, que fue sumamente reconocida durante la década de los ochentas. Sin embargo, en la historia no todo era perfecto. Pues a pesar de que la convivencia familiar entre los seis hermanos era bastante agradable, de manera individual comenzaron a presentar problemas derivados de la presión que su padre ponía sobre ellos para dedicarse a la lucha libre.

El estreno de esta cinta trajo nuevamente a la mesa la idea de que la familia Von Erich era víctima de una maldición. Pues en la actualidad, sólo uno de los seis hijos continúa con vida. Este rumor se desencadena con la decisión del padre y luchador Jack Addikson de hacer uso de su apellido materno, Von Erich, para encarnar a un soldado nazi en el ring. A pesar de que sus familiares le advirtieron que no era buena idea debido al peso histórico del apellido, Addikson ignoró los comentarios. Poco tiempo después el primero de los hijos, Jack, falleció a los seis años al ahogarse en un charco como consecuencia de electrocutarse con un cable.

En 1984, David de 25 años y considerado el más talentoso, falleció por una perforación intestinal durante su período de preparación para el Campeonato Mundial de Peso Pesado de la National Wrestling Alliance. No obstante, amigos cercanos asocian su muerte con una sobredosis por drogas, las cuales utilizaba para calmar la presión que su padre le generaba. A partir de ese momento y durante un corto período de nueve años, las desgracias continuaron. Después llegó el turno de Mike, quien presionado por su padre aceptó entrar a las luchas para llenar el lugar de David. Como consecuencia de diferentes eventos médicos como fuertes lesiones y golpes en la cabeza, en 1987 optó por quitarse la vida con tranquilizantes y alcohol.

Los dos hermanos siguientes también fallecieron por suicidio. En 1991, Chris afectado por la muerte de Mike, comenzó a consumir cocaína hasta llegar al punto de suicidarse con una pistola a los 21 años de edad. Finalmente, Kerry decidió poner fin a su vida a los 33 años, como consecuencia de una fuerte depresión derivada de la amputación de uno de sus pies.