Lo que comenzó como una serie de redadas migratorias realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha escalado rápidamente en una crisis política, social y de derechos humanos. La ciudad de Los Ángeles, una de las más diversas de Estados Unidos y autodeclarada “ciudad santuario”, amaneció bajo un despliegue sin precedentes de la Guardia Nacional, enviado por orden directa del presidente Donald Trump, quien aseguró que la ciudad está “invadida por criminales e inmigrantes ilegales”.
Las palabras del mandatario, difundidas a través de su red social Truth Social, llegaron en el tercer día consecutivo de protestas que exigen el fin de las redadas y el respeto a los derechos humanos de la población migrante: “Estos disturbios sin ley solo fortalecen nuestra determinación”. La Policía de Los Ángeles (LAPD) declaró las protestas como “asambleas ilegales”, lo que abrió la puerta a su disolución mediante el uso de gases lacrimógenos, balas de goma y granadas de aturdimiento. Hasta ahora se reportan 27 arrestos y múltiples enfrentamientos, aunque la tensión sigue latente.
Además de la Guardia Nacional, el gobierno federal ha optado por ignorar los canales estatales: la orden de intervención se emitió sin consultar al gobernador de California, Gavin Newsom, un hecho considerado inconstitucional por varios expertos y que no se veía en el país desde hace más de medio siglo. Newsom fue tajante: “Trump está echando leña al fuego. Reclutar tropas sin autorización estatal es ilegal e inmoral. Llevaremos esto a los tribunales”.
Las imágenes de la Guardia Nacional enfrentando a civiles, muchos de ellos portando banderas de México, Honduras o Filipinas, han dado la vuelta al mundo. Mientras los líderes republicanos acusan a los manifestantes de “insurrectos”, figuras como Bernie Sanders y Kamala Harris denuncian el uso del poder militar para criminalizar el derecho a protestar y sembrar el miedo. Asimismo, la situación en ha encendido alarmas en otras ciudades como Nueva York y Chicago, donde también se han realizado manifestaciones de apoyo en repudio a la política de mano dura del presidente.