Buenas mis queridos saltamontes, hoy les voy a hablar sobre un lugar en constante cambio y que deben visitar en la Ciudad de México: el Barrio Chino. Ahí les va un dato para que tengan tema de plática; este nació en los años sesenta cerca de la Alameda Central, debido a los inmigrantes chinos, coreanos, indonesios y filipinos que se empezaron a posicionar en la ciudad.
Este sitio ha dado como resultado diversas modificaciones, la más reciente fue a inicios del año 2018 a cargo de la Autoridad del Espacio Público con intervenciones de mobiliario urbano de la oficina mexicana Obiect. Esto con la meta de consolidarlo como un eje turístico en el corredor del Eje Urbano Insurgentes – Zócalo, transformándolo en un espacio de convivencia y esparcimiento pacífico en beneficio de los habitantes.
¿Cómo lo han hecho?
Lo más importante es que han incrementado las zonas peatonales, esto para fomentar la interacción social. Plantaron 117 nuevos árboles de especies 100% nativas de la ciudad. De hecho, buscaron seguir los lineamientos establecidos por la Certificación de Iniciativas Sustentables para la Ciudad, por sus siglas en ingles SITES.
Eso sí, todo esto tiene su sello distintivo, y es que el Barrio Chino, no podía estar sin elementos identitarios, por lo que también se agregaron:
- Cenefa amarilla y tapete rojo en pavimentos.
- Una estructura de acero en color negro y rosa, proyectadas en el idioma chino tradicional “墨西哥城” (Ciudad de México en ideograma chino).
- Puerta Luna: es considerada un elemento tradicional en la arquitectura china.
- Banca-Bolardo: con matices chinos del proyecto como el CDMX en Kanji.