Tras una prolongada pausa derivada de las huelgas de Hollywood, los Premios Emmy regresaron con todo para galardonar a lo mejor de la televisión. Con una audiencia de alrededor de 6.87 millones de espectadores, la transmisión comenzó con un gran ímpetu debido a un incremento de alrededor del 50% en comparación con el año anterior.
Esta edición contó con momentos inolvidables, pero ninguno comparado con el máximo ganador no sólo de la noche, sino de la historia de los Emmy: Shōgun. Con una sola temporada, la serie que nos pasea por los acontecimientos del Japón feudal, rompió con un récord histórico al conseguir un total de 18 estatuillas en una sola noche. Además, se convirtió en la primera de no haba inglesa en conseguir el tan anhelado premio a mejor serie dramática.
Y es que los récords no sólo se quedaron en lo colectivo, sino que también pasaron a los reconocimientos individuales: Hiroyuki Sanada se convirtió en el primer japonés en ganar el premio como Mejor Actor Dramático, mientras que Anna Sawai en la segunda actriz japonesa en ganar el premio a la Mejor Actriz Dramática.
El Gobierno japonés también celebró el récord de trofeos obtenidos por Shōgun como una nueva victoria cultural, en la que las personas desean conocer más sobre la historia y tradiciones de Japón. De igual manera, las autoridades aplaudieron que más del 70% de los diálogos presentados en la serie fueran en japonés y que hubiera una participación activa de compatriotas en los detrás de escena: “Nos gustaría alentar aún más a los creadores japoneses a asumir los desafíos de las producciones extranjeras”.