Tener una casa o departamento es más que tener un lugar donde vivir, significa tener un patrimonio para una persona o una familia.
La vivienda es considerada como uno de los principales activos en el patrimonio, es decir, una forma de ahorro e inversión para preservar los recursos. Entre los principales tipos de protección para vivienda están:
Protección de la vivienda. Esta cobertura, por lo general, cubre tu casa y estructuras adjuntas, como una terraza o un garaje adjunto.
Protección de bienes personales. Desde muebles hasta artículos electrónicos, esta cobertura puede ayudar a pagar el reemplazo de pertenencias que han resultado robadas o dañadas por una pérdida cubierta.
Protección de otras estructuras. Esta cobertura puede ayudar a pagar la reparación o el reemplazo de las estructuras en tu propiedad que no están adjuntas a tu casa, como una cerca, un garaje o un cobertizo separados, si estas resultan dañadas por un riesgo cubierto.
Protección contra responsabilidad civil familiar. Los accidentes pueden ocurrir. La cobertura contra responsabilidad civil puede ayudar a protegerte si alguien sufre una lesión en tu propiedad y se te encuentra legalmente responsable por los daños.
Gastos médicos para invitados. Si una visita se lesiona en tu casa, esta cobertura puede ayudar a pagar los gastos médicos que se originen.
Gastos de vida o para subsistir adicionales. Esta cobertura puede ayudar a pagar incrementos de costos de vida o para subsistir temporales, como facturas de hotel, si no puedes permanecer en su casa después de un incendio u otra pérdida cubierta.
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